Todo empezó en el año 1944, cuando una familia de Jijona
(Alicante), cuna del turrón y del helado, decidió emprender
un negocio de helados en Villanueva de los Infantes.
Desde entonces, la heladería ha pasado por tres
generaciones de la familia, comenzando con Antonio,
Edelmira y Carmen, que recorrían las calles de la localidad
repartiendo helados con un carrito y cubos.
La Heladería Valenciana abrió su primer local en la calle
Rey Juan Carlos en 1950. En 1962, la segunda generación
de heladeros, compuesta por su hijo, Antonio, junto a su
mujer Mari, su hermana Edelmira y sus dos hijos, Antonio y
Sonia, se trasladó a un local de Calle Cervantes, donde
estuvieron situados hasta 2014.
Cada año por las mismas fechas, la apertura de la
Heladería era el símbolo de la llegada del verano a
Villanueva de los Infantes, de largas noches estivales
charlando con amigos en la Plaza Mayor, de tardes de
paseo, con un toque dulce y refrescante.
A lo largo de estos años, las diferentes generaciones de la
familia fueron ampliando la carta de la Heladería
Valenciana, yendo más allá de los turrones y elaborando
sus propios helados artesanos. Sus sabores más
emblemáticos siguen manteniéndose hasta el día de hoy:
stracciatella, turrón, nata, chocolate…
Finalmente, en 2015, la Heladería cambió su ubicación
a la actual, en la calle Ramón y Cajal, nº1, regentada por
Mari y su hijo Antonio.
Hace un par de años, Mari decidió retirarse, no sin
antes recibir un diploma dedicado a su labor ejercida
durante tantos años, en la Fiesta del Pimiento de 2017.
Fue entonces cuando yo tomé las riendas de la
Heladería Valenciana…
¡Hola! Soy Anaeli
Seguramente me encontrarás tras el mostrador cuando
nos visites, encantada de atenderte
Me siento feliz de hacer que perdure la tradición de un
negocio tan especial para Villanueva de los Infantes
Cada día, abrimos nuestro local con el objetivo de que
cuando nos visites te sientas tan a gusto, que nos
recuerdes como ese lugar en el que pasar un buen
momento: para una merienda entre amigos, un cumpleaños
especial, o tomarte un helado porque sí, porque te apetece.
